ESMILUZ ENERGÍA / Reducir la factura de la luz o eliminarla
Ante el constante e imparable encarecimiento de la electricidad, estamos seguros que una gran mayoría de usuarios está mirando ahora mismo de mitigar o reducir el importe desorbitado que le llega cada mes.
El bombardeo mediático ofreciendo soluciones milagrosas es continuo e imparable. A continuación, exponemos algunas de las que llegan a diario por infinidad de canales.
Un primer paso consistiría en reconsiderar la tarifa que tenemos contratada. Al igual que la telefonía móvil, se puede optar por la tarifa de luz regulada o la tarifa plana. La tarifa regulada por Estado español suele ser más interesante que la tarifa plana, al menos ahora, pero se pondrá en duda si los precios siguen subiendo y las grandes comercializadoras mantengan sus ofertas más o menos inamovibles. En cambio, la tarifa regulada permite solicitar el bono social con un descuento no inferior al 25% en la factura mensual, siempre que sea con una comercializadora de referencia.
Un segundo paso será revisar si la potencia contratada es la correcta. Esto evitará pagar de más la parte fija de la factura de la luz que es independiente del consumo.
A partir de aquí, la lógica nos recomienda no derrochar recursos energéticos y el gesto de ajustar los termostatos de la calefacción es prioritario para un importante ahorro económico. Ajustarlo alrededor de 20 o 21 grados proporcionará una temperatura ambiente cómoda, aunque deberemos equiparnos con alguna prenda que no sea ir con camiseta ligera.
No está de más que la vivienda disponga de un buen aislamiento térmico, ya asegurado en construcciones nuevas, aunque seguramente deficiente en las más antiguas. En este último caso, la inversión más urgente será la de cambiar las ventanas y puertas acristaladas, con cristales de cámara doble o triple, al objeto evitar fugas de calorías por juntas, puentes térmicos de los marcos y cristales sin cámara. El aislamiento de paredes y techos sería una segunda fase a considerar, aunque más costosa.
La programación de los electrodomésticos en las franjas horarias más económicas también es uno de los recursos más habituales en estos momentos. Muchos de ellos ya llevan programador incorporado, con lo que la lavadora, el lavavajillas o la secadora se puede programar unas horas antes de levantarse por la mañana y usar programas ecos, cortos o más eficientes. Con los calentadores de agua, se puede recurrir a programadores en el enchufe de alimentación. La nevera y el congelador ya es otra cosa. Son de elevado consumo permanente, pero podemos dejar que enfríen los alimentos calientes antes de refrigerarlos o congelarlos.
No hay que olvidar desenchufar cargadores de aparatos electrónicos si no están en carga, así como substituir bombillas de incandescencia i fluorescentes por Lets. La plancha o la vitrocerámica no tiene más solución que usarlos con lógica. Los aparatos que dispongan de standby, no usar esta opción apagándolos o desenchufándolos, ya que pueden representar en conjunto, hasta un 7% del consumo mensual.
Una vez agotados todos estos interesantes recursos, podemos evaluar las infinitas ofertas que nos llegan de las comercializadoras clásicas o de las más modestas.
Unas nos recomendaran instalar placas fotovoltaicas para autoconsumo y nos asegurarán un 40%, 50%, 70%, incluso un 100% de ahorro en las facturas de electricidad, aparte de las subvenciones actuales para la instalación fotovoltaica.
Si eres consumidor particular o autónomo empresario, pequeña y mediana empresa, grande empresa con elevados consumos, con o sin instalación fotovoltaica de autoconsumo propia y estás pensando en reducir al máximo tu factura energética, te recomendamos conocer a ESMILUZ ENERGÍA, y luego decides.
Es la primera comercializadora de energía fotovoltaica del mercado español que ofrece a sus clientes, no sólo la posibilidad de ahorrar y mucho en la factura de electricidad sino en lugar de pagar, intercambiamos los excedentes no consumidos a un precio justo de mercado. Mediante el innovador Sistema de Intercambio de Energía (SIE), un sistema exclusivo, innovador y patentado de ahorro de energía eléctrica que no encontrarás en ningún otro sitio.
Me explicaré brevemente. Todos los excedentes fotovoltaicos generados y no consumidos durante el día, se vierten a la red eléctrica convencional y se acumulan en la bolsa virtual particular del SIE del cliente de ESMILUZ ENERGÍA. Durante el año de tu contrato renovable, estos excedentes son recuperables al momento, cuando el autoconsumo los necesite, en aquellas horas en que la producción de la instalación fotovoltaica no sea suficiente para cubrir su demanda. Es decir, durante la noche o durante los días de niebla, frío o lluvia, en que la generación fotovoltaica puede no ser suficiente para cubrir la demanda de autoconsumo.
Cuando los excedentes generados, no consumidos y almacenados en la bolsa virtual particular del SIE se agoten, ESMILUZ ENERGÍA suministrará energía eléctrica de origen 100% renovable desde la red eléctrica convencional, pero basado en la tarifa acordada en contrato vigente. Si al llegar al final del período de 12 meses contratados, sobran todavía excedentes generados y no consumidos, se pagan a un precio justo de mercado.
Todo este proceso no requiere ni de baterías ni de acumuladores. Las baterías encarecen mucho el precio final de la instalación fotovoltaica y tienen una vida útil media de 5 a 10 años, con lo que el SIE no es sólo la solución, sino una gran ventaja de eficiencia y ahorro.
Si realmente quieres olvidarte de las facturas electricidad, debes conocer a ESMILUZ ENERGÍA. Y luego, apúntate a la independencia energética.
Queremos ser tu otra luz verde fotovoltaica, porque recuerda que tus excedentes no consumidos son tuyos.